Manjushri es una deidad de la meditación, es uno de los tres bodishatvas más importantes del budismo tibetano. Es la manifestación de sabiduría de todos los Budas. Junto con Avalokiteshvara – que representa la Compasión- y Vajrapani – que representa la energía o el poder – en el Kriyatantra componen la triada de los protectores de las tres familias. En el sutra forma parte del grupo de los ocho grandes bodisatvas llamados “los ocho hijos próximos”. En el budismo vajrayāna es considerado un Buda completamente iluminado.
A su manifestación pacífica, tanto en China como en Japón como en Tibet, se le invoca para desarrollar las facultades intelectuales, la memoria, la erudición, la elocuencia… sobre todo la sabiduría no dual de la vacuidad. Su manifestación airada, Yamantaka, es la sabiduría que pone fin a la muerte, a la ignorancia dualista que nos arroja una y otra vez en el samsara.