El cuarzo es un cristal muy popular que, seguramente, alguna vez haya adornado tu muñeca o cuello en forma de pulsera o colgante. Más allá de su atractivo como joya, este cristal encierra unas poderosas propiedades que lo convierten en pieza fundamental de nuestro bienestar espiritual, físico y psíquico. En anteriores publicaciones, hemos mencionado algunas de las propiedades de los diferentes tipos de cuarzo, no obstante, en este artículo, profundizaremos aún más, explorando sus orígenes y desentrañando las particulares virtudes de las variedades más populares.
Empecemos por descubrir ¿qué es el cuarzo?
El cuarzo es un mineral formado por sílice, sus cristales largos y acabados en punta destacan por sus grandes propiedades energéticas. Hallado en todo el planeta, el cuarzo absorbe, almacena, libera y regula la energía, y es excelente para desbloquearla.
El origen del cuarzo
El cuarzo es el mineral más común y abundante de la corteza terrestre. Lo podemos encontrar en cualquier parte del planeta. Está formado a lo largo de miles de años por la fusión de agua y arena. Los cuarzos suelen tener un tono transparente, blanco o colorido, los cuales no solo determinan su belleza, sino sus propiedades energéticas.
Desde la antigüedad, civilizaciones diversas han recurrido a estos cristales en sus rituales espirituales, atribuyéndoles la capacidad de corregir patrones de energía, considerados la raíz de molestias y enfermedades.
El término "cuarzo" halla sus raíces en la palabra griega "Kristallos", que significa hielo. Este nombre refleja la creencia de los antiguos griegos de que el cuarzo era agua congelada a tal extremo que resultaba inmutable.
Desde tiempos prehistóricos, el cuarzo ha desplegado su versatilidad de manera sorprendente, desde la creación de herramientas hasta convertirse en un amuleto de buena fortuna. En las próximas líneas, nos sumergiremos en sus propiedades específicas, centrándonos en su capacidad como sanador.
Las propiedades del cuarzo
El cuarzo ostenta el título de ser el sanador y amplificador de energía más potente del planeta. Absorbe, almacena, libera y regula las energías, teniendo la capacidad de desbloquear las positivas y bloquear las negativas.
En el ámbito físico, el cuarzo es aplicable para cualquier dolencia. Estimula el sistema inmunitario, equilibra el cuerpo y restablece la energía a su estado más óptimo, retrocediendo al punto previo al inicio de la enfermedad. Limpia y potencia los órganos, actuando como un limpiador profundo del alma, armonizando los chakras y estableciendo la conexión entre la dimensión física y la mente. Además, genera un campo electromagnético que controla la electricidad estática y te protege de la radiación.
Desde una perspectiva espiritual, este cristal opera en todos los niveles del ser. Eleva la energía a su punto más alto, potencia las capacidades psíquicas y te conecta con tu propósito espiritual. En el ámbito mental, favorece la concentración, activa la memoria y se presenta como un excelente conservador de energía.
Tipos de Cuarzo
Dependiendo de su composición, existen diferentes tipos de cuarzo, ya sea de tono transparente, blanco o colorido, tendrán propiedades singulares. A continuación te presentamos una selección de nuestros favoritos.
Cuarzo Blanco
El cuarzo blanco es el cristal más versátil que existe, ya que se puede programar para cualquier propósito. Transmuta, purifica y amplifica la energía, atrae la prosperidad y potencia el poder de las demás gemas que coloquemos junto a él.
Ayuda a centrar, enfocar y amplificar la energía física, mental y emocional.
Es un potente sanador que limpia, protege e incrementa el campo áurico de quien lo lleva encima.
Cuarzo Verde
Este cuarzo atrae la prosperidad, el dinero y la abundancia a tu vida. Es la gema por excelencia asociada a la salud, ya que ayuda con todo tipo de problemas, desde los digestivos, hasta aquellos relacionados con el corazón, el sistema inmune, endocrino y la depresión.
Es excelente para equilibrar emocionalmente y sirve para aplacar la impulsividad y los ataques de ira. Abre y estabiliza el Chakra Corazón, aunque sirve para equilibrar todos los chakras.
A nivel psíquico proporciona estabilidad mental, alivia el estrés y es un gran protector del aura. Además, sirve para absorber aquellas energías que sean negativas para nosotros.
Cuarzo Rosa
Conocida como la piedra del amor incondicional y la paz infinita, el cuarzo rosa purifica y abre el corazón a todos los niveles. Transmite calma, seguridad y es una excelente gema para traumas o crisis emocionales. Devuelve la confianza y la armonía a las relaciones existentes, favoreciendo el amor incondicional. El cuarzo rosa extrae suavemente la energía negativa y la reemplaza por vibraciones amorosas. Alivia las penas y el dolor emocional, abre tu corazón a las relaciones y te enseña a amarte a ti mismo.
Físicamente, es un gran sanador del corazón, el sistema circulatorio, los pulmones y es un gran potenciador de la fertilidad.
Cuarzo Rutilado
Esta gema asociada a la luz, aporta vitalidad y contiene en su interior la energía nutridora del sol. Es un potente antidepresivo que extrae las energías negativas y deshace las barreras al progreso espiritual, lo que lo convierte en una gran ayuda para terapeutas y consejeros.
El cuarzo rutilado limpia, abre, equilibra y recarga todos los chakras, nos ayuda a limpiar nuestra aura y energizarla.
Aumenta la creatividad y la concentración. Amuleto portador de éxito y prosperidad, aporta calma, alivia estados de fatiga intelectual y física. Ayuda a conectar con reinos superiores y guías espirituales.
Cuarzo Ahumado
Esta piedra protectora tiene un fuerte vínculo con la tierra y los chakras básicos, fomentando la conciencia ecológica. También es un potente protector contra el estrés que ayuda a enfrentar los momentos difíciles con equilibrio emocional y fortalece la resolución.
Alivia el miedo y las pesadillas, atrae pensamientos positivos y nos inunda de calma y serenidad. Estimula la concentración y promueve un pensamiento positivo y pragmático que nos ayuda a tener objetivos más realistas y a neutralizar el temor al fracaso. También nos ayuda a comunicarnos mejor.
A nivel físico alivia el dolor, nos aporta tranquilidad y nos relaja, ya que es una gema antiestrés y absorbe la bruma electromagnética.
Cuarzo Turmalinado
El cuarzo turmalinado es un cuarzo transparente que en su interior tiene inclusiones de turmalina negra. Por ello combina las propiedades protectoras de la turmalina y las propiedades energéticas del cuarzo blanco.
Es una gema muy protectora. Nos ayuda a liberarnos de las malas energías, a superar la ansiedad, la depresión y el estrés. Convierte los pensamientos negativos en positivos. Es capaz de aliviar las tensiones que tengamos acumuladas tanto a nivel físico como a nivel psíquico.
Se usa combinada con otros minerales, ya que es capaz de aumentar, potenciar y amplificar las propiedades de cualquier mineral que coloquemos junto a ella.
Cuarzo Azul
Ayuda a conectar con los demás y está indicada para calmar y tranquilizar. Favorece la comunicación y ayuda a relajar el cuerpo y dormir bien, a la vez que reduce los miedos e inseguridades. Restablece el equilibrio emocional y mejora el equilibrio entre cuerpo y mente y tiene un potente efecto antidepresivo y ansiolítico.
Ya que está asociada al 5to chakra, el Chakra Garganta, a nivel curativo suele usarse en todo tipo de afecciones de la garganta, desinflamando y equilibrando la zona. Mejora el sistema inmune, ayuda con los cólicos menstruales, regula hormonalmente (especialmente la Tiroides) y ayuda a acelerar el metabolismo.
Ayuda a despertar los dones psíquicos, potencia el autocontrol y la disciplina.
Amatista
La amatista es una variedad de cuarzo violeta o púrpura, y su color distintivo se debe a la presencia de impurezas de hierro y aluminio. Esta piedra preciosa es muy apreciada por su belleza, pero además es altamente protectora y muy poderosa, con unas propiedades tremendamente abundantes, por lo que está considerada como un Cristal Maestro.
La amatista es el mejor tranquilizante natural. Ayuda a bloquear las energías ambientales negativas, reduce el estrés, ayuda a estabilizar los niveles hormonales, alivia el dolor de las tensiones físicas, emocionales y psicológicas, combate el insomnio y mejora el estado de ánimo en general.
Es una de las piedras más versátiles que existen, ya que es utilizada para aplicaciones muy diferentes: potencia el sistema inmunitario, es un excelente limpiador sanguíneo, alivia y reduce la frecuencia del dolor de cabeza producido por jaquecas o migrañas. Conecta los cuerpos físico, mental y emocional conectándolos con el espiritual.
Equilibra y abre los chacras del tercer ojo y la corona, limpia el aura y transmuta la energía negativa en positiva.
La amatista emite una luz violeta que es capaz de enviar una vibración de calma y tranquilidad, abriendo y potenciando la conciencia superior.
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